lunes, 10 de marzo de 2014

Querida Yasmine:

He pensado que debí de haber hecho esto desde hace ya tiempo, y hasta ahora encontré  el valor para hacerlo, aquí escribo cosas que tal vez no sabías, así que esto que ahora lees proviene de lo profundo de mi ser y no dudes que lo digo sinceramente, porque ya no hay nada más que te pueda pedir y que tú me puedas dar y porque no hay nada que yo te pueda ofrecer que te ayude a ser feliz.

Porque cada vez que me acercaba a ti sólo te hacia más y más daño.

Porque ahora sé que eres una excelente madre, una buena esposa y una gran mujer.

Porque aún sigo creyendo que si no te hubiera acompañado aquel miércoles nuestras vidas serían completamente distintas.

Porque una parte de mí nunca comprenderá tus razones para haberte casado.

Porque me enseñaste que todos los corazones, aunque sea por un momento, pueden alcanzar la felicidad… incluso el mío.

Porque me has contado tanto de ti y sin embargo aún queda tanto de ti que desconozco.

Porque lo que hubo, hay y habrá entre nosotros no será corrompido por mis defectos y permanecerá intacto al transcurso del tiempo y sin embargo será olvidado y borrado de la memoria, pero vivirá en una parte de mi… y tal vez de ti también.

Porque la vida no es justa, nunca lo será, pero es lo mejor que tenemos.

Porque tenías razón cuando decías que cuando el amor es feliz, trae al alma dulzura y bondad.

Porque mientras escribo esto reviven en mi mente todas tus palabras, desde el primer día en que te vi hasta el último mensaje que me enviaste.

Porque ya es demasiado tarde para que escuches las cosas que necesitabas oír de mi.

Porque a diario me pregunto si soy el hombre que tu querías que fuera, que si soy lo suficientemente bueno como para merecer una mujer como tú.

Porque cada día que pasa tu vida y la mía se alejan más y más y me lo has dicho una y otra y otra y otra vez, y la distancia que nos separa es más grande y tan infranqueable como el océano.

Porque  llegué tarde a tu vida.

Porque todos los sueños que tenía contigo no serán sino que eso, sólo sueños

Porque bbeto es una persona que ya no existe y porque me quitaron el derecho a llamarte dulce Yas.

Porque no puedo escuchar a los Beatles sin verte tarareando las canciones.

Porque no conoceré a nadie como tú y porque no te mentí cuando dije que todas tus experiencias, todo lo que viviste, todo lo que has vivido es lo que forjó para que ahora seas una persona maravillosa.

Porque he roto tantas promesas que te he hecho.

Por todo esto y por muchas otras razones que no conozco; debo dejar de engañarme, debo dejar de saber de ti, debo borrar todo camino que me pueda llevar a ti. Perdóname por haber tardado tanto tiempo en comprenderlo, perdóname por todas las veces que te he hecho daño, perdóname porque no estoy seguro si yo te he dejado algo positivo en tu vida. Perdóname por las veces que discutiste con tu esposo por mi culpa. Perdóname por haber tenido el valor de aceptar la verdad.

Ahora debo aprender a vivir sin saber nada de ti, así como aprendí a vivir con el sentimiento que me hace quererte, así como aprendí a vivir sin ti cuando te fuiste, así como aprendí a vivir sabiendo que estabas tan cerca y al mismo tiempo tan lejos, aprenderé a vivir con la certeza de que reirás y llorarás, de que gozarás y disfrutarás y muy a mi pesar tal vez sufrirás, de que verás a tus hijos crecer y a tu familia florecer, de que realizarás tus sueños, de que disfrutarás de todo lo que mereces, de que pasarás años tranquilos y superarás toda adversidad que se te llegue a presentar. Y todo esto sin que yo sepa ni cuándo ni cómo lo haces. Debo alejarme para que tengas tranquilidad y que yo sólo sea un recuerdo vago en tu mente, para que no sea ni la sombra que obstaculice tu felicidad. Te pido perdón otra vez, pues esto debí haberte dicho desde hace tanto.

No sabes lo feliz que fui el poco tiempo que estuvimos juntos, que ahora parece como si sólo fuera un sueño, te agradezco todo lo que me dijiste, todo lo que me enseñaste, todo el cariño que sentías y que me transmitiste, Gracias Yas. Confía en que todos los días rezaré por ti, por tus hijos, por tu esposo, y te pido que reces también, que te puedas acercar a Dios, porque te ayudará así como me ha ayudado a mí. Y ahora que escribo estas palabras y que recuerdo tu rostro y sonrisa, no me queda más que despedirme, si ya se que he hecho una y otra vez, pero aquellas veces que me despedí siempre me quedo el deseo de volver a encontrarte, y ahora me he dado cuenta de que no te traería algo bueno si nos volvemos a encontrar. Adiós Yasmine, gracias por todo, sigue adelante no te detengas, puedes hacer y alcanzar todo lo que soñaste, no estás sola y ningún obstáculo es puede derribarte.

Con todo mi cariño por siempre:

Jacobo Adalberto Zea Cortés.